CONCEPTO E IMPORTANCIA DE DIRECCIÓN


Etimología
La palabra "dirección", viene del verbo "dirigere": éste se forma a su vez del prefijo "di", intensivo, y "regere": regir, gobernar. Este último deriva del sánscrito "raj", que indica "preeminencia".

Definición real
La dirección es aquel elemento de la administración en el que se logra la realización efectiva de todo lo planeado, por medio de la autoridad del administrador, ejercida a base de decisiones, ya sea tomadas directamente, ya, con más frecuencia, delegando dicha autoridad, y se vigila simultáneamente que se cumplan en la forma adecuada todas las órdenes emitidas.

Por su parte, Koontz y O'Donnell adoptan el término "Dirección", definiendo ésta como "la función ejecutiva de guiar y vigilar a los subordinados".

Fayol define la Dirección indirectamente al señalar: "Una vez constituido el grupo social, se trata de hacerla funcionar: tal es la misión de la Dirección", la que "consiste para cada jefe, en obtener los máximos resultados posibles de los elementos que componen su unidad, en interés de la empresa".

Chester Barnard, a quien ya hemos mencionado a propósito del comentario a la escuela del sistema social, considera la dirección como "el coordinar los esfuerzos esenciales de aquellos que integran el sistema cooperativo".

A nuestro juicio se trata aquí, y en eso todos coinciden, de obtener los resultados que se habían previsto y planeado, y para los que se había organizado e integrado. Pero hay dos estratos sustancialmente distintos para obtener estos resultados:
a) En el nivel de ejecución (obreros, empleados y aun técnicos), se trata de "hacer", "ejecutar", "llevar a cabo" aquellas acciones que habrán de ser productivas.
b) En el nivel administrativo, o sea, el de todo aquel que es jefe, y precisamente en cuanto lo es, se trata de "dirigir", no de "ejecutar". El jefe, en cuanto tal, no ejecuta, sino hace que otros ejecuten.



Tiene no obstante su "hacer propio". Este consiste precisamente en dirigir.
Podría quizá argüirse, con fundamento en un hecho real indiscutible, que a quienes dirigen se les llama comúnmente "ejecutivos". Esto se refiere más bien, a nuestro juicio, a dos aspectos diversos que se dan en el mando, como lo analizaremos adelante.

La esencia de la administración es coordinar: es lo que busca todo administrador según demostramos en el primer capítulo. La dirección es necesaria dentro de esa coordinación, pero no es la coordinación misma, sino una de sus causas, aunque sea la más importante.
No se coordina para dirigir, sino que se dirige para coordinar: sólo en un concepto totalitario podría pensarse en que el fin del administrador sea dirigir, aunque no coordinara. En cambio, sería un magnífico administrador el que lograra el máximo de coordinación con el mínimo de dirección o mando.

Importancia:

La dirección es la parte "esencial" y "central", de la administración, a la cual se deben subordinar y ordenar todos los demás elementos.

En efecto: si se prevé, planea, organiza, integra y controla, es sólo para bien realizar. De nada sirven técnicas complicadas en cualquiera de los otros cinco elementos, si no se logra una buena ejecución, la cual depende inmediatamente, y coincide temporalmente, con una buena dirección. En tanto serán todas las demás técnicas útiles e interesantes, en cuanto nos permitan dirigir y realizar mejor. y es que todas las etapas de la mecánica administrativa se ordenan a preparar las de la dinámica. Y de éstas, la central, es la dirección. Por ello puede afirmarse, como lo hicimos, que es la esencia y el corazón de lo administrativo.

Koontz y O’donnell: Define a la dirección como la función ejecutiva de guíar y vigilar a los subordinados.
Fayol: Define a la dirección indirectamente al señalar: “una vez constituido el grupo social, se trata de hacerlo funcionar. Tal es la misión de la dirección”. La que “consiste para cada jefe, en obtener los máximos resultados posibles de los elementos que componen su unidad, en interés de la empresa”.

Otra razón de su importancia radica en que este elemento de  la administración es el más real y humano. Aquí tenemos que ver en todos los casos "con hombres concretos", a diferencia de los aspectos de la parte mecánica, en que tratábamos más bien con relaciones, con "el cómo debían ser las cosas". Aquí luchamos con las cosas y problemas "como son realmente". Por lo mismo, nos hallamos en la etapa de mayor imprevisibilidad, rapidez y, (si cabe la expresión), explosividad, donde un pequeño error, -facilísimo por la dificultad de prever las reacciones humanas- puede ser a veces difícilmente reparable.

Sus fases o etapas
La dirección de una empresa supone:
a) Que se delegue autoridad, ya que administrar es "hacer a través de otros".
b) Que se ejerza esa autoridad, para lo cual deben precisarse sus tipos, elementos, clases, etcétera.
e) Que se establezcan canales de comunicación, a través de los cuales se ejerza, y se controlen sus resultados,
d) Que se supervise el ejercicio de la autoridad, en forma simultánea a la ejecución de las órdenes.
Por ello, dividiremos este estudio en cuatro partes: delegación, autoridad, comunicación y supervisión. No obstante, considerando que el ejercicio de la autoridad es en sí mismo una forma de comunicación, y que la forma de delegar dicha autoridad supone conocer sus tipos, sistemas, elementos, etc., seguiremos el siguiente orden en nuestra exposición: comunicación, autoridad, delegación y supervisión.

Si bien es cierto que todas las etapas del proceso administrativo revisten igual importancia para lograr eficazmente los objetivos de una organización, es en la dirección donde se realiza todo lo planeado y se ejecutan todos los elementos de la administración, a tal grado que en muchas ocasiones se confunden los conceptos administrar y dirigir. Así, en inglés se utiliza el término "management" para referirse indistintamente a la dirección o a la administración. De hecho, al dirigir se aplican todas las etapas del proceso administrativo y el éxito de cualquier empresa se deriva en gran parte de una acertada dirección.

La dirección comprende una serie de elementos como la toma de decisiones, la comunicación, la motivación y el liderazgo. Mediante la toma de decisiones se elige la alternativa óptima para lograr los objetivos de la organización; a través de la comunicación se trasmite y recibe la información necesaria para ejecutar las decisiones, los planes y las actividades; con la motivación se obtienen comportamientos, actitudes y conductas del personal para trabajar eficientemente y de acuerdo con los objetivos de la empresa y, por último, el liderazgo se utiliza para influir, guiar o dirigir a un grupo de personas; éste incluye el poder, la autoridad, la supervisión, la delegación y el mando.


El conocimiento y el ejercicio de los principios tradicionales de dirección, tales como el de la vía jerárquica, de la resolución y el aprovechamiento del conflicto, de la impersonalidad de mando, de la supervisión y de la coordinación de intereses, son indispensables para lograr una dirección eficaz, aunque también existen otros principios que se han desarrollado últimamente y que es conveniente conocer.

4 comentarios:

  1. Administración de Empresas Teoría y Práctica, Agustín Reyes Ponce.

    ResponderEliminar
  2. Me gustan mas las definiciones claras concretas y concisas, el idioma español se presta para escribir oraciones largas, demasiado texto

    ResponderEliminar